Postales. Italia.


 Vaciando la casa familiar, me he encontrado una colección de tarjetas postales que yo empecé y fueron completando mis hermanos a lo largo del tiempo. Entre ellas hay una firmada por mi abuela, es del 67 (yo tenía 8 años). Está escrita en Florencia y da noticias de lo bonito que es el viaje. Les pide a mis padres que contesten al hotel de Marsella, al que llegarán pasados unos días.

Y ahora entiendo por qué encajo tan poco con los postulados del nuevo feminismo. Mi abuela enviudó con seis hijos, uno recién nacido y los sacó a todos adelante con tesón y mucho carácter. Todos ellos hicieron buenas carreras. Y ella trabajó mucho pero también supo vivir dentro de su extremada sobriedad.
Este fue siempre el ambiente en el que fuí educada: sobriedad a tope, cultura, estética y trabajo. Mucho trabajo 

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