Un chico invidente de Santiago estudia griego gracias a un ordenador portátil adaptado


Griego no parece, de entrada, una de las asignaturas más atractivas ni más fáciles para los alumnos de Bachillerato. Sin embargo, en el IES Xelmírez I un nutrido grupo de chicos y chicas de primero asiste a las clases de la profesora María José Martín Velasco.
En la primera fila se encuentra Jonathan Barral, sonriente, sin perder detalle. Le acompañan su ordenador portátil, un instrumento imprescindible para seguir las clases debido a la ceguera que padece desde los dos años, y un volumen del manual de la asignatura traducido al braille.
Jonathan, de dieciséis años de edad, se ha formado desde pequeño en centros integrados, aunque siempre contando con el apoyo inestimable de la Fundación ONCE. Primero, en el colegio Raíña Fabiola, y desde hace cinco años, en el instituto Xelmírez I, en donde actualmente cursa primero de Bachillerato.
Profesores y compañeros le han ido ayudando a superar algunas dificultades que surgieron a lo largo de estos años de enseñanza, algo que el joven sabe agradecer. Pero el aprendizaje del griego antiguo ha supuesto este curso un nuevo reto para él. ¿Cómo se las arregla?
Más difíciles son las "mates"
La solución le ha costado muchos quebraderos de cabeza a su profesora, María José Martín Velasco, pero han conseguido ir saliendo del paso: "Yo le entrego a él los apuntes de la clase en formato informático, escrito con caracteres latinos", dice la maestra. El ordenador de Jonathan se encarga de transmitírselos mediante una voz, y luego el joven se ayuda con un método de traducción de textos griegos que le ha dado la ONCE. "Este traductor le pasa el texto al alfabeto braille, que es el que él puede leer", comenta María José.
Es un método que requiere más esfuerzos tanto por parte del alumno como por el lado de la profesora, que le tiene que preparar con mucha dedicación las clases, pero funciona.
Además, la labor de la Fundación ONCE es, en este sentido, inestimable. "En junio, el instituto le envía una lista con los manuales que vamos a necesitar para las clases del curso siguiente, y a principio del año académico el alumno lo recibe puntualmente", explica la profesora de griego.
Jonathan asegura que, aunque en esta asignatura es en la que ha tenido más problemas con el lector de textos, materias como Matemáticas, en las que se incluyen numerosos signos y caracteres, también han presentado dificultades debido al programa informático. Y es que si ya es difícil enteder a Pitágoras con los dibujos del maestro en la pizarra...
Aparte de esto, en Educación Física el año pasado le hicieron una adaptación curricular, pero durante este curso esta medida ya no ha sido necesaria: "O profesor considera que xa non a necesito, que podo participar nas clases coma o resto dos meus compañeiros", sonríe Jonathan satisfecho.
El griego es para él, ahora mismo, otro reto que no se le puede escapar. Y es que uno de los sueños de Jonathan Barral es estudiar Filoloxía Galega o Periodismo, por lo que considera que la mejor opción de bachillerato es la de Humanidades, que incluye la materia de griego en el primer curso.
"Para estudar o que quero pídenme letras puras, por iso teño que cursar a asignatura de grego", asegura Jonathan, quien conoce a otras personas que padecen ceguera que están estudiando Periodismo y que le comentan su buena experiencia en este sentido.
En su tiempo libre es un chico muy activo a quien le gusta practicar deportes como la equitación o el ajedrez. "Si, xa sei que hai quen pensa que o xadrez non é un deporte, pero terían que ver cómo queda o meu equipo de cansado cando rematamos un partido", explica entre risas Jonathan, que pertenece al ONCE Santiago, que juega en la tercera división autonómica.
En busca de un perro-guía
Otro de los sueños de Jonathan es conseguir un perro guía. Esto le permitiría lograr una mayor autonomía. Legalmente sabe que no podrá disponer de uno hasta que alcance la mayoría de edad, dentro de dos años, y supere las largas listas de espera para obtener uno de estos animales. Aún así, confía en poder conseguir uno antes a nombre de sus padres.

APOYOS

La Fundación ONCE, una gran ayuda
La escolarización de los niños con problemas de visión cuenta con el gran apoyo de la Fundación ONCE.
El objetivo principal de esta institución consiste en la realización de programas de integración laboral -formación y empleo para personas discapacitadas-, y accesibilidad global, promoviendo la creación de entornos, productos y servicios globalmente accesibles. Es beneficiario potencial cualquier persona española afectada de discapacidad física, psíquica, sensorial o mental. Desde su creación, en 1988, hasta diciembre de 2003 la Fundación ONCE ha apoyado más de 19.000 proyectos por un importe total superior a los 1.000 millones de euros, y ha creado 49.389 empleos .

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