Llueve

Llueve. A pesar de lo que se empeñan en decir los medios, llueve con mucha frecuencia en Galicia. La lluvia ha llegado a formar parte de la personalidad de los que vivimos aquí y los mejores y peores recuerdos de lo que hemos vivido, están vinculados a la lluvia. El primer día del año fui a la Catedral para acompañar a una amiga. Tanto a la ida como a la vuelta me encontré con gente a la que hacía tiempo que no veía. Hablamos. Hablamos un buen rato bajo la lluvia intensa que iba empapando nuestra ropa y nuestros pies a pesar de llevar la indumentaria adecuada a la situación. Me acordaba, mientras esto ocurría, de cómo tantas conversaciones importantes las he mantenido con esta misma ambientación, con la sensación de que deberíamos cortar o irnos a tomar algo pero teníamos prisa y a la vez cosas muy serias de qué hablar. Así me he enterado del sufrimiento provocado por situaciones incontroladas. Así he contado mis penas a la gente amiga que se interesaba por ellas. Los encuentros improvisados son los que producen mayor placer porque forman parte natural del cauce del devenir, porque son traslúcidos y lo que se deja ver detrás es bonito. En Galicia esos encuentros se producen con botas en los pies, una buena gabardina y un paraguas elegante. Porque en Galicia los paraguas son elegantes. La lluvia es como las personas que inevitablemente tienes a tu lado. Cuando convives con la lluvia tienes que aprender a quererla y a descubrir su belleza.
Художник Елена Юшева

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